El agua es la fuente de la vida, pero gran parte de este tesoro es invisible a nuestros ojos. El agua subterránea es el suministro de agua dulce más profundo del planeta. Son esenciales para las ciudades y servicios como el saneamiento. El cambio climático amenaza la red de drenajes y que permiten la evacuación de aguas residuales.
Los fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales e inundaciones, pueden abrumar los sistemas y acabar con las fuentes de agua bajo tierra, poniendo en peligro la seguridad y la salud de las propias ciudades.
El 19 de noviembre es el Día Mundial del Saneamiento, una celebración impulsada por las Naciones Unidas con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia del saneamiento, un salvavidas que evita la transmisión de enfermedades y facilita la salubridad de los espacios.
El lema de este año es «Hacer visible lo invisible», y pretende llamar la atención sobre cómo los sistemas de saneamiento inadecuados propagan los desechos humanos en ríos, lagos y suelos, lo que afecta las aguas subterráneas. recursos. La realidad es que un total de 3.600 millones en el planeta actualmente no tienen acceso a un saneamiento gestionado de manera segura.
El Cambio Climático valora la resiliencia y la sostenibilidad en todas las infraestructuras del ciclo del agua. El saneamiento es un elemento clave, también para cuidar el agua que no vemos.